“Ser proactivo o ser reactivo… la decisión es tuya.” Sean Covey
¿ Sabes si eres reactivo o proactivo ? ¿Conoces cómo tomas decisiones y manejas tu vida? Existen dos tipos de personas, divididas según su capacidad para actuar en determinadas ocasiones: las reactivas y las proactivas. En este artículo analizaremos cómo son estos dos tipos de personas, por qué es más conveniente ser proactivos y qué podemos hacer para aprender a serlo.
Estos conceptos se pueden explicar analizando estos ejemplos: Miras por la ventana y ves nubes grises con mucha lluvia, entonces decides que es un día miserable. Eres criticado por alguien en el trabajo y en consecuencia, te sientes deprimido durante horas. Ves a tu equipo ganar un partido y te subes a una nube, o si lo pierde te hundes en el fango. Todas estas son reacciones a factores externos en tu vida.
Pero, la realidad es que también puedes crear tu propia vida y decidir cómo sentirte bien con tus acciones, sin dejarte influenciar por las opiniones de otros, ni por las circunstancias que te rodean.
Reactivo o proactivo ¿cuál es la diferencia?
Las personas reactivas, reaccionan ante los problemas después de que estos aparecen, o sea, responden a la situación y no siempre de la mejor manera. Además dedican mucho tiempo y esfuerzo a apagar incendios y son fácilmente sorprendidas por las circunstancias. Generalmente culpan a otros de sus problemas. Son como una lata de gaseosa, que si es agitada, formará gas y explotará.
Las personas proactivas, por otro lado, piensan hacia el futuro, se anticipan a las circunstancias y planean teniendo en cuenta la mayor cantidad de escenarios posibles. Son dueñas de sus emociones y responsables 100% de sus acciones. No culpan a otros por los resultados de sus decisiones. Creen que tienen la iniciativa y la responsabilidad de hacer que las cosas sucedan. No se dejan influenciar por otros y son como una botella de agua, que si es agitada no se verá afectada.
En realidad ninguna persona es totalmente proactiva o totalmente reactiva… todos nos encontramos en puntos intermedios, pero con tendencias hacia un lado o hacia el otro. Si conocemos las diferencias seremos más conscientes de cómo actuar en nuestras vidas. La proactividad es un hábito que podemos formar.
¿Estamos determinados par las condiciones?
De acuerdo con Stephen Covey, existen tres mapas sociales, o teorías deterministas, que explican el comportamiento del hombre:
- Determinismo genético, los abuelos tienen la culpa, es cuestión de genes y de ADN.
- Determinismo psíquico, los padres tienen la culpa por la forma como nos criaron.
- Determinismo ambiental, la culpa es del jefe, de la esposa o de la situación económica o política, etc.
Estamos condicionados para responder de una forma particular a un estimulo que recibimos. Entre el estimulo y la respuesta hay un tiempo en el que surge la posibilidad de analizar y elegir. El ser humano es el único ser vivo que cuenta con la libertad interior para elegir, ya que puede:
- Determinar la forma de pensar, sentir, comportarse y relacionarse.
- Contemplar nuevas posibilidades creativamente.
- Conocer lo que es correcto e incorrecto.
- Tener poder para decidir libremente.
¿ Cómo es ser reactivo o proactivo ?
Proactividad no es solamente tomar la iniciativa de nuestras acciones. Significa ser responsables de nuestra propia vida y de nuestras decisiones, sin depender de nuestras condiciones. Es decir, que tenemos la iniciativa y la responsabilidad de hacer que las cosas sucedan sin importar los aspectos externos, ni lo que piensen otras personas.
Escucha tu propio lenguaje
Se puede notar la diferencia y saber si eres reactivo o proactivo escuchando la forma como te expresas. “Así soy yo y no voy a cambiar”, realmente estás diciendo: No me hago responsable de mis actos. No es mi culpa. O cuando alguien se queja de su jefe diciendo “Si mi jefe no fuera así, las cosas serían muy distintas en mi trabajo” con lo cual realmente está diciendo: Mi jefe es la causa de todos mis problemas y no yo. Probablemente cuando alguien dice “Me arruinaste el día”, realmente está diciendo: No puedo controlar mis propios estados da ánimo. Tu si. En el fondo la actitud y el lenguaje reactivo le quita el poder a la persona y se lo da a alguien o a algo.
Puedes adquirir el hábito de utilizar el lenguaje proactivo para mentalizarte en forma positiva y actuar en consecuencia.
Controla lo que puedes
Es obvio que no podemos controlarlo todo. Hay muchas cosas que nos preocupan y que no dependen de nosotros como el clima, la forma de ser del jefe, los chismes de los compañeros de trabajo, dónde nacimos, etc. Pero hay algo que si podemos controlar y es: cómo reaccionamos ante lo que nos sucede. Por lo tanto, debes dejar de preocuparte por lo que esta fuera de tu control y enfocarte en lo que si puedes controlar. Si eres conciente de esto, podrás reaccionar en forma proactiva y hacerte dueño de tus decisiones.
Si te preocupas por la cosas que no puedes controlar, estarás perdiendo tiempo y esfuerzo y por supuesto, no solucionarás nada. Además sentirás que eres víctima.
Si por el contrario, te enfocas en lo que sí tienes control tendrás más paz interna y más poder en tu vida. Podrás aprender a vivir con muchas cosas que no te gustan y sobre las que no tienes control, y además eso no te quitará el sueño.
Reactivo o proactivo ¿Cómo tener el control de tu vida?
A las personas reactivas les causa mucha preocupación lo que quisieran tener, por ejemplo:
- “Si tuviera un mejor empleo.”
- “Si tuviera un jefe que no fuera tan malgeniado.”
- “Si tuviera una esposa mas paciente.”
- “Si tuviera más tiempo para mi.”
Son aspectos externos a nosotros y estos pensamientos son el problema. Es como si lo que quisiéramos tener nos controlara.
Las personas proactivas tienen el control y enfocan sus pensamientos en forma positiva trabajando en el ser, por ejemplo:
- “Seré un mejor empleado y seguramente conseguiré un ascenso.”
- “Seré mas cooperativo con mi jefe para que no esté tan estresado.”
- “Seré mas comunicativo con mi esposa para mejorar nuestra relación.”
- “Seré más activo y en lugar de ver TV saldré a dar una caminata.”
Si realmente quieres tener una mentalidad proactiva debes trabajar en lo único que tienes control: tu mismo.
Puedo Hacer vs. No Puedo Hacer
Ser proactivo no solo significa tomar la iniciativa y la responsabilidad de nuestros actos, sino que también es una actitud “Puedo Hacer”, totalmente diferente a la actitud “No Puedo Hacer”.
Tus propias decisiones, tu determinación y tu trabajo constante harán que la proactividad se convierta en un hábito importante que te hará conseguir mucho más de lo que quieres, que si te quedas esperando a que otros te digan qué hacer y decidan por ti.
Fuente:
Covey, Stephen, Los 7 Hábitos de la Gente Altamente Efectiva. Ediciones Culturales Paidós, S. A. De C. V. 2014
Foto artículo Jeremy Lapak on Unsplash